De los incrédulos
nacerán raíces.
De los que ocupan
bombo y platillo
de los que no saben
qué ritmo sigue el grillo.
En los incrédulos había de perderse el olvido
de sus hombros resbalar la cordura
espalda que cargas
más que piedra
más que
yunta
que unta
lo que traza
y se oculta.
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