jueves, 4 de diciembre de 2008

El suyo, suerte de mal padre
El mío, suerte de mala hija
El de ambos, cárcel de espacio y tiempo

Y le dejé sobre su fango y mi fango
y no conforme le escupí el rostro
y de ser fuerte le hubiese golpeado
y de tener fuego lo hubiese quemado
y de tener puñal lo hubiese lacerado
y de tener la muerte en la bolsa del mandado se lo hubiese entregado
y de tener perros hambrientos se los hubiese arrojado,
nos lo hubiésemos tragado completo
cuero cabelludo
piernas
hígado
corazón
y venas.

Mas si yo realmente me hubiese acercado
ninguna otra cosa hubiese atinado a ser
que su bastón
su perro
su sillón
su alcohol
su alimento
su voz
su fuerza
su trapo
sus órganos
su cuerpo
su alma
su droga
su mente.


1 comentario:

nancy dijo...

la muerte en la bolsa del mandado... saludos!