miércoles, 8 de octubre de 2008

Algunas reflexiones a propósito de la sabiduría de la mosca y la propiedad privada



La mosca sin perseverar alcanza. Las cosas se le revelan seductoras, necesarias, presta las toma y se marcha.

¡Quién podría no envidiarla!

La brevedad de su vida supera en tiempo a los instantes en los que el que la ve cesa de hacer apreciaciones morales. La mosca se alimenta de mi alimento. No entiende de propiedad privada, de lugares ocupados, de fornicar bajo llave, ella sólo sabe hacer el amor en el aire.

La mosca hace de pimienta en la sal de los convivios sociales. Guarda el secreto de su lenguaje. Frota sus extremidades con la maquiavélica gana de ocultar algo que el que la ve no sabe.

El hecho de que la mosca no esté en peligro de extinción es un hecho que exige una análisis EXOBIOLÓGICO.

Oportuna en su oportunismo la mosca pulula y sabe, que no hay cuerpo que de tan amplio abarque lo suficiente como para no ofrecer un espacio dispuesto a ser ocupado.


Hécate

1 comentario:

Patricia Ma. Barraza dijo...

Hola paso a saludar después de unas vacaciones y te dejo una invitación para colaborar en la revista que, si todo sale bien, sacaré en los meses próximos, será de literatura, teoría y arte. El tema es "lo mini" y la extensión máxima de los textos debe ser 10 renglones para prosa y 20 para poesía. Sería un placer recibir algo tuyo.

Saludos